2014

Poco a poco se va cerrando el año. Estamos a 10 de diciembre y en estos días solo queda recordar las cosas vividas en este año. No ha sido un año cualquiera, ha sido un año cargado de emociones y sorpresas, buenas y malas.
Realmente, el año empezó mal, por desgracia un ángel tuvo que irse al cielo y tuve conflictos varios que duraron una temporadita. Dicen que después de una tormenta, viene un día bueno, y así fue. En febrero de 2014 conocí a una de las personas más importantes de mi vida. Por marzo volvieron de nuevo las andancias, digamos que el año empezó siendo movidito. Poco a poco se fue suavizando hasta que llegó una temporada de tranquilidad... Hasta que llegó MAYO.
Mayo ha sido uno de los meses claves en este año. En ese mes cumplí los 18 años y me enfrentaba a lo que realmente marcaría mi futuro: Las puertas de la universidad. También ocurrió un acontecimiento importante en mi familia, que no olvidaré nunca.
Junio se mostró como un mes intenso, tenía que prepararme Selectividad pero la superé con éxito. Realmente, a mediados de junio empezó mi verano, sin olvidar ese 6.
Resumamos el verano como el verano más perfecto de mi vida, donde realmente aprendí qué significaba amar. También me eligieron en el grado que actualmente estoy cursando y que de eso dependía mi futuro.
En septiembre tuve que mudarme, cambiar de ciudad y abandonar temporalmente a personas muy importantes en mi vida, pero no es un hasta siempre, sino un hasta pronto. Octubre se mostró similar, para qué hablar de él.
Noviembre fue quizás el mes más importante, pero no del año, sino de mi vida, pues en este mes partía hacia la mejor experiencia de mi vida: Conocer a Lady Gaga en persona. Esas tres horas se conviertieron en las horas más especiales de mi vida, horas que nunca jamás olvidaré. 
Realmente, diciembre acaba de empezar y no me quejo entre turrones, bombones y algún que otro mimito. Aún me queda terminar el mes y disfrutar de la Navidad.
2014 ha sido un año muy importante, que jamás olvidaré.