sábado, 19 de octubre de 2013

De tenerlo todo a no tener nada

Después de todo un año presionado estudiando empieza el verano, un verano lleno de planes e ilusiones.
Al principio un poquito decepcionado porque no hay nada que hacer, estar acostumbrado a estar tanto tiempo estudiando y solo dedicarte a eso y cuando no tienes nada que hacer pues te aburres.
Te llaman para hacer unos trabajitos y aceptas para ganar un dinerito, que nunca viene mal.
De repente, y cuando menos te lo esperas, conoces a una persona que está interesada en ti y habláis y empezáis a conoceros. Poco a poco te vas dando cuenta que te vas enamorando y que esa persona está empezando a formar parte de tu vida. Todo al lado de esa persona es perfecto, ella te transmite la felicidad que necesitabas. 
Sin embargo todo cambia cuando se interponen en tu camino. Te prohíben ser feliz, expresarte en la manera que quieres, te limitan tu vida y te la controlan. Te dejan encerrado como un carcelero durante todo el verano y te hacen sentir mal por quien realmente eres. Hacen lo posible y lo imposible para que la persona que te da la felicidad deje de dártela y no les importa cómo te estés sintiendo en estos momentos, sino el qué dirán cuando todo el mundo se entere, llegando al punto en el que te dejan de hablar. 
Te das cuenta que poco a poco lo estás perdiendo todo, que no tienes a la persona que te daba la felicidad, las personas en las que habías depositado toda tu confianza,...
¿Y ahora qué? Han pasado más de tres meses y todo sigue igual. Presionado, triste y dudoso sobre todo, sobre la vida. De ser feliz a ser infeliz de la manera más injusta. 
HOMOFOBIA.